lunes, 9 de junio de 2014

cuento: instantes de felicidad

Hoy es un día especial. Se quieren sin impurezas, con un amor puro que es más que la suma de los dos. Es la suma de años de quererse.

Ambos como un dúo de violín que toca una melodía, se complementan mientras encienden las velas, hacen la cena y ponen la mesa.  Uno pone un plato, mientras el otro a la vez pone la copa a unos centímetros.  Se miran con miradas de complicidad, bailando un vals que han bailado miles de veces.  Pero ninguno ha sido como este.  Hoy es un día especial.  Es su cincuenta aniversario.

El de vez en cuando, como si fuera fortuito, le acaricia la mano al dejar un tenedor al lado de donde ella deja un cuchillo.  Puede parecer que es una nota mal tocada en la canción que interpretan.  Un gesto mal ejecutado que hace sonar mal una nota.  Pero es todo lo contrario.  Son notas que realzan la belleza del momento.  Es como una nota tocada por encima del resto que marca un momento álgido.

Se miran con complicidad y ternura.

A ella le gusta que lo haga.  Por un instante se siente flotar.  A pesar de los años, todavía se siente como una adolescente.  Se siente ligera como una hoja, bailando al son de la canción más bonita del mundo.  Está expectante en todo momento para ver qué será lo siguiente que hará él, poniéndose roja sólo de pensarlo.

Ambos sonríen tranquilamente.  Son felices y viven el momento presente.  Son momentos de complicidad y sensualidad que los unen aún más.

Hace tiempo se dieron cuenta de que el amor no tiene medida y cada día lo hacen crecer un poco más.

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